Ayer tuve el honor de conducir el acto Mujer e Ingeniería organizado por la Real Academia de Ingeniería. Pensaron en mi porque soy mujer, creo (al menos lo parezco), soy Ingeniera Industrial y como somos pocas y cada vez menos, (apenas el 25%, esto en zoología se considera minoría en peligro de extinción), pensaron “invítala, vamos a cuidarla bien, que no se nos vaya al extranjero”. Para mi fue un hallazgo coincidir con tantas ingenieras de éxito (más escasas que el agua en Marte). Son un referente. Me sentí menos rara. O rara igualmente, pero en compañía.

Los motivos por las que pocas mujeres se decantan por la Ingeniería son múltiples. Uno de ellos lo mencionó D. Elías Fereres, el Presidente de la Real Academia de Ingeniería, en la inauguración del acto:

«El ingeniero ya no goza del prestigio de antaño» 

Estudiar ingeniería requiere mucho esfuerzo. Muchos ingenieros no se han sentido recompensados en la misma magnitud ya sea social, emocional o económicamente. Hemos pasado unos años de crisis en los que los salarios han caído estrepitosamente. Yo sin embargo, ensalzo que apenas existe el desempleo en Ingeniería a pesar de la crisis.

Este mensaje es importante para los jóvenes. Que conozcan nuestra experiencia, cómo es la Ingeniería hoy en día. Y aún más importante es contarles cómo será la ingeniería mañana, cuando ellos se licencien. Esa previsión es en la que debemos hacer hincapié.

La previsión es que van a hacer falta más ingenieros de los que hay porque ya ha comenzado la revolución tecnológica. La comisión Europea y las empresas alertan de que hay 900.000 puestos de trabajo relacionado con las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) sin cubrir.

La demanda de Ingenieros en TIC es más grande que la oferta. Cuando esto sucede, se produce una revalorización del Ingeniero. 

Hacen falta más ingenieros, pero sobre todo, ingenieras. Si las ingenieras en todos los campos apenas representamos el 30%, las informáticas son solo el 13%-18% (más escasas que el chocolate dentro de un bollicao). En cambio son muy necesarias para las empresas tecnológicas.

Por ejemplo apple lanzó en 2014 Healthkit, la aplicación que pretendían que fuese la el éxito mundial de las aplicaciones para el deporte. Lo tenía todo: Medidores de entrenamiento, ritmos, vitaminas incluso cantidad de selenio en el cuerpo. Todo, pero para hombre sólo. No estaba pensado para mujeres. Tampoco tenía forma de programar tus entrenamientos en función de la menstruación. A los chicos les parecerá una bobada. Eso es que nunca han tenido que volver de la piscina sin entrenar por no tener un tampón a mano 😉

Healthkit, que pretendía ser líder mundial sólo triunfó en la mitad del mundo. La otra mitad lo criticó. En 2015 tuvo que relanzarlo incluyendo las demandas de la otra mitad de sus clientes.

Para las empresas de tecnología es muy importante contar con ingenieras. Claro; para crear productos para chicas, pensaréis. No. Para todo. El talento nos beneficia a todos, venga de donde venga. Todos tenemos mucho que agradecer a Hedy Lamarr inventora de la tecnología en la que se basa el wifi y bluetooth del que nos beneficiamos mujeres y hombres por igual.

Hedy es un referente para las chicas que quieran dedicarse a la tecnología. En cambio se la conoce más por haber sigo una estrella del cine de Hollywood.

Faltan referentes de ingenieras de éxito

Os voy a pedir que cerréis los ojos e imaginéis un estudiante de último curso de ingeniería informática en prácticas diseñando videojuegos o aplicaciones de móviles.

Que levanten la mano los que se han imaginado un hipster con barba.

Que levanten la mano los que se han imaginado un Friki con granos y camiseta de Star Wars.

Que levanten la mano los que se han imaginado una chica.

En el acto les conté que hay tres tipos de ingenieras:

-A las que les dicen que pueden con ello. A veces tienen un familiar en casa que estudió ingeniería. Conocen el trabajo, les gusta, les animan. Esa es la INGENIERA ESTANDAR

-A las que les dicen que no podrán con ello (Literal o subliminalmente) y aún así se lanzan a por ello. Más que nada por llevar la contraria. Es la INGENIERA REBELDE.

-Las que ni se lo han planteado, (es algo tan desconocido para ellas como la discreción para Cristiano Ronaldo), pero que si lo plantaran, les encantaría. (La ingeniería, no Cristiano Ronaldo). Esas son las INGENIERA EN POTENCIA.

Cuando las estudiantes me preguntan cómo es ser mujer en el mundo de la ingeniería les cuento que tiene ventajas y  desventajas.

Las ventajas son que la ingeniería es un reto constante. Da mucha satisfacción resolver problemas reales que ayudan a las personas, eso engancha más que la magnetita imantada. Tiene muchas salidas profesionales, empleos diferentes…

Y yo soy sincera, les digo que tiene alguna desventaja. Porque como somos pocas chicas, a veces te sientes un poco rodeada de tíos, casi todos inteligentes, trabajadores, responsables, interesantes, majos… Esto… ¿Cual era la desventaja? 😉

Hay que educar en Igualdad de capacidades entre chicos y chicas

Según una encuesta de CSIC en 2015, el 67% de los encuestados opinan que a las mujeres les falta interés por la ciencia, perseverancia, espíritu racional, sentido práctico y espíritu analítico, entre otros factores.

El 63% cree que las mujeres no valen para científicas de alto nivel.

Sin embargo, en ingeniería las chicas sacan las mismas notas que los chicos.

Como reiteré varias veces en el acto con humor, «esto no es una guerra». Se trata de aprovechar el talento independientemente del género.

Los estereotipos siguen pesando mucho. Desde pequeñas peinamos a las niñas, las ponemos vestidos, las llamamos guapas, princesas, las decimos que no se ensucien, que no sean marimandonas, que obedezcan. Resumiendo burdamente, la sociedad modela a las niñas para que sean bellezas sumisas y que encuentren su realización cuidando de los demás.

Quizá por ello las chicas encuentren más atractivas las ciencias en las ayudan a otros de una forma más directa, como la medicina, enfermería o veterinaria. Quizá si se fijaran en la ingeniería les alucinaría.

La ingeniería es fascinante. Los ingenieros somos capaces de crear cosas tan alucinantes como un móvil o una impresora 3D…pero incapaces de hacer una en 2D que no se atasque 😉

Los coches cada vez son más futuristas. Ya hay coches de General Motors, Ford, Toyota, y Honda que incluyen un sistema de reconocimiento de voz que activa el GPS, la música, se conecta con el móvil para llamar y usar las aplicaciones. Esto va a hace la conducción muchísimo más segura. Para los hombres. Para las mujeres no. ¿Por qué? ¿Por que podemos hacer varias cosas a la vez? No. No podemos. Al menos sin que nos multen.

Porque esta aplicación está diseñado por hombres y para hombres. No funciona bien con la voz femenina. La aplicación no está preparada para recibir órdenes de una mujer. No las capta, sabe interpretar, se hace un lío.

Las mujeres estaréis pensando: Nada nuevo. Es broma. Tiene una explicación.

Están mejorando la aplicación, pero la voz de la mujer tiene más registros, modulaciones y resulta más difícil de programar.

Si eres mujer y te has comprado un coche con ésta aplicación, servicios técnicos ofrecen dos soluciones (y esto es real): Pedirle a un hombre que configure tu coche, o aprender a hablar con voz masculina.

Por eso la diversidad en los equipos de trabajo es necesaria. Nos hace ser más resolutivos, eficaces y creativos.

Pensaréis “Bueno, está bien, pero no es cuestión de vida o muerte”. Os equivocáis. Es tan importante que incluso salva vidas, como el Airbag o el cinturón de seguridad.

El hombre diseñó el cinturón para salvar al hombre, literalmente.

En 2011 la universidad de Virginia publicó un estudio tras encontrar que tras la misma colisión con el cinturón abrochado, el riesgo de sufrir lesiones graves para la mujer es un 47 % más alto que para el hombre. Para las lesiones moderadas, esa diferencia se elevó a 71 %.

Eso sin tener en cuanta a embarazadas o niños.

Algo similar ocurre con los airbag. Durante 30 años los maniquís utilizados para ensayar los golpes correspondían con la estatura media de un hombre.

La probabilidad de que la mujer sufra lesiones fatales o muera es tres veces más alta.

Desde 2013 es obligatorio ensayar choques con maniquís que simulen tamaños para mujeres, niños y ancianos. Incluso algunas marcas como Volvo incluyen maniquís de embarazadas.

Por ello la integración a todos los niveles es vital para hacer la ingeniería mejor, completa y más segura.

Enlazo la crónica del evento por rtve, donde encontraréis a los participantes: ow.ly/uc0B305Clrf 

Más información en la Real Academia de Ingeniería www.raing.es

Un saludo,

Patricia Martínez Lope (@ProyectoKennis)